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Ha muerto Mario Benedetti

A fuerza de irse muriendo mis referentes personales, ahora Mario Benedetti, este cuaderno va a acabar convertido en algo parecido a una página de necrológicas de un periódico de provincias repleta de esquelas de ilustres. ¡Vaya racha llevamos!

Lo único que me consuela es que Benedetti no se va. Es demasiado grande y no cabe en el cielo, así que seguiremos teniéndolo por aquí, en la tierra. Aquí siguen sus poemas, sus novelas, su ironía, su ternura, su rabia, su incapacidad para el olvido y su grandeza para el perdón. Lo jodido es que también aquí nos deja tristes a todos los que lo quisimos por lo que decía y por cómo lo decía: tan bonito.

A modo de homenaje, dejo su Currículum y también un video en el que, a dos voces, con Daniel Viglietti, cantan y recitan, recitan y cantan, a los desaparecidos de todas las dictaduras. El escalofrío que me recorre la espalda al escucharlos sigue siendo idéntico al de la primera vez.

CURRICULUM

El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente

usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica

usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros

usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío

entonces
usted muere.

5 comentarios a “Ha muerto Mario Benedetti”

  1. “Si me sirve la vida
    que es vida hasta morirse,
    y el corazón alerta sí me sirve.
    Me sirve cuando avanza
    la confianza”

  2. “No te quedes inmóvil
    al borde del camino
    no congeles el júbilo
    no quieras con desgana
    no te salves ahora
    ni nunca
    no te salves..”

    Gracias por tus palabras.

  3. Hay algo muy importante en Benedetti, nunca dejo de estar
    del lado bueno, tuvo la virtud de no equivocarse.

  4. “ustedes cuando aman
    exigen bienestar
    una cama de cedro
    y un colchón especial
    nosotros cuando amamos
    es fácil de arreglar
    con sábanas qué bueno
    sin sábanas da igual”

  5. “Defender la alegría como una trinchera
    defenderla del escándalo y la rutina
    de la miseria y los miserables
    de las ausencias transitorias
    y las definitivas

    defender la alegría como un principio
    defenderla del pasmo y las pesadillas
    de los neutrales y de los neutrones
    de las dulces infamias
    y los graves diagnósticos

    defender la alegría como una bandera
    defenderla del rayo y la melancolía
    de los ingenuos y de los canallas
    de la retórica y los paros cardiacos
    de las endemias y las academias

    defender la alegía como un destino
    defenderla del fuego y de los bomberos
    de los suicidas y los homicidas
    de las vacaciones y del agobio
    de la obligación de estar alegres

    defender la alegría como una certeza
    defenderla del óxido y de la roña
    de la famosa pátina del tiempo
    del relente y del oportunismo
    de los proxenetas de la risa

    defender la alegría como un derecho
    defenderla de dios y del invierno
    de las mayúsculas y de la muerte
    de los apellidos y las lástimas
    del azar
    y también de la alegría.”

    Chau Don Mario, nos queda tu palabra, tu vida intachable, tu inmensa dignidad y tu infinita bondad.

    Te reencontraremos, sin duda, bajo la sombra de un árbol añoso.

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Alberto Montero