La otra economía » La guinda de ZP

La guinda de ZP

Hace una semana el Partido Popular arrasaba en las elecciones poniendo de manifiesto que o bien los de “arriba” son más que los de abajo, cosa que dudo, o bien que los de “abajo” están tan desideologizados y desorientados que creen que los de “arriba” los van a ayudar a subir.

Con ese triunfo terminó un periodo nefasto para la Política en este país. Al gobierno de Zapatero se le deben reconocer algunos avances en materia de derechos sociales (sobre todo en materia de derechos que no implicaban gasto de recursos públicos) y recriminarle enormes dislates en materia de política económica (todo el tratamiento de la crisis es, seguro, el más sintomático). Pero, sobre todo, lo que hay que reprocharle es el daño que ha hecho a la cultura política de este país.

Un columnista de Público, Antonio Baños, lo expresaba con gracia en un artículo hace unos días. Decía que con la retirada de Zapatero desaparecía “la socialdemocracia de la abundancia, basada en la encuesta y en el gesto. En la sustitución de las ideas por las tendencias y la justicia por la equiparación. Un socialismo de cuando los trabajadores veraneaban en Cancún, cuando los sindicalistas mayoritarios comían mariscadas y cuando el empresariado jugaba al lego con billetes de 500 mientras africanos, asiáticos y americanos nos fregaban y alicataban el territorio. ZP se va y quedará de él la misma memoria que tenemos del charlestón: un tiempo raro y alegre donde para bailar había que mover las piernas de manera ridícula”.

Pues sí, ZP se va, pero antes y para ponerle la guinda final al pastel, nos deja con una decisión que sintetiza perfectamente su mandato y permite reafirmar lo que ya todo el mundo sabe: que en este país mandan los banqueros. Y es que aunque los jueces cumplan con su obligación y traten de mandarlos a la cárcel cuando se demuestre que han cometido un delito, a ellos siempre les quedará un gobierno títere que los indulte y les permita seguir robando haciendo como que hacen negocios.

Menudo broche de oro para un mandato en el que, entre otras conclusiones, hay una que, a pesar de ser menor, no debemos menospreciar: por mucho abuelo republicano del que uno pueda presumir, las ideas, en general, y las socialistas, en particular, no se heredan. O se fraguan a partir de la lectura y el estudio, del combate y la rebeldía, o son meras ocurrencias muchas veces disparatadas.

2 comentarios a “La guinda de ZP”

  1. Me ha gustado el articulo Antonio Baños y tus conclusiones, están perfectamente reflejadas.
    Un saludo

  2. ¡Juicio a los prevaricadores!

Área de discusión - Envía un comentario




Alberto Montero