Entrevista en El Economista: de la electricidad y otras pequeñas “erratas” sin importancia
Este lunes pasado El Economista publicaba una entrevista en la que me preguntaban por distintos puntos del programa de Podemos para las elecciones europeas. Una de esas preguntas estaba referida a si Podemos nacionalizaría o no sectores estratégicos de la economía. Mi respuesta, como puede constatarse, fue que no era necesario nacionalizar ni a un sector ni a una empresa para tener una posición de control de la misma que permitiera canalizar la estrategia de la empresa hacia el interés general, máxime cuando en muchos casos hablamos de bienes y servicios que son básicos para la ciudadanía. A continuación, y como recurso ilustrativo de lo que pretendía decir, le comenté a la entrevistadora que esa posición de control en alguna empresa del sector eléctrico permitiría eliminar la “pobreza” energética estableciendo, por ejemplo -y recalco lo de “por ejemplo”, a pesar de que en la respuesta escrita no aparece-, tarifas diferenciadas en función de la renta. Una política que, por otra parte, ya existe en nuestro país y que se llama “bono social”, a través del cual se fija un precio administrativo para el consumo de familias que acrediten su condición de precariedad de ingresos pero que, a pesar de todo, no es lo suficientemente contundente como para acabar con esa vergüenza colectiva que es vivir en un país en donde hay decenas de miles personas pasando frío en sus casas porque no pueden pagar el recibo de la electricidad, entre otras cosas, porque tenemos el precio de la electricidad más alta de toda Europa. Como veis, en el peor de los casos, ni siquiera había descubierto la pólvora.
Pues bien, desde El Economista se decidió que lo que yo utilizaba como un ejemplo para ilustrar qué se podía hacer con un sector estratégico sobre el que se tomaban posiciones de control para preservar la satisfacción de derechos humanos básicos era, en sí misma, una propuesta en firme de Podemos. Y no contentos con eso, mientras que en el cuerpo de la respuesta yo decía “propondríamos”, en el titular de la noticia, y supongo que para recalcar nuestra presunta naturaleza autoritaria, decía “impondríamos”. Imagino que fallaría el corrector del procesador de textos, otra explicación inocente no puedo darle.
Por si os interesa ir un poco más allá del titular, aquí os dejo la entrevista o, en su defecto, podéis verla en El Economista pinchando aquí.