Eyjafjalla: cenizas y noticias, de Gorka Larrabeiti
Aunque a disgusto, suelo ser un usuario bastante frecuente del transporte aéreo. Por eso no deja de inquietarme que los gobiernos europeos estén dudando acerca de la conveniencia de reanudar el tráfico aéreo a través de la nube de cenizas del volcán islandés. Donde antes se destacaba el riesgo de hacerlo y se acudía a pruebas realizadas bajo condiciones parecidas hace años, ahora se plantea que no es tan peligroso y que, dado que las compañías aéreas están sufriendo pérdidas multimillonarias a cada día que pasa, sería conveniente reanudarlo por aquello de que estamos en crisis.
Si algún avión lleno de pasajeros se estrella siempre se puede tener la suerte de que lo haga en alguna fosa oceánica y que sea imposible rescatarlo para, así, evitar llegar a la conclusión de que la prudencia era la mejor consejera.
Mi amigo Gorka escribía ayer en Rebelión un precioso artículo que trasciende el elemento alarmista que a mí me preocupaba para elevarnos hacia reflexiones mucho más profundas sobre el tema. Yo disfruté al leerlo y vosotros podéis hacerlo pinchando aquí. Da gusto tener amigos así.
Gracias por poner el artículo, es genial. Es verdad que parece la ira de la Tierra, que se enfadó con el capitalismo, es como un efecto mariposa, no?
Si una nube volcánica de baja intensidad ocasionó ese caos, imaginemos, si la imaginación lo tolera, una nube de estallido nuclear.