Si es que no sabemos lo que nos conviene
En el último apunte señalaba que estaba a punto de aprobarse una directiva comunitaria que posibilitaba que los Estados miembros pudieran extender la jornada laboral hasta las 65 horas. Ayer se aprobaba ya la directiva en cuestión.
Este hecho, de entrada, es muy expresivo del margen con el que cuenta la ciudadanía europea para hacer llegar sus opiniones y pareceres a ese supragobierno no electo que gestiona –porque gobernar con criterios de empresa se denomina “gestionar”- la Unión Europea y el futuro de sus ciudadanos.
Aquí nadie se entera de nada hasta que no sale en la prensa el día antes a que se discuta y se vote. A continuación, desde allí nadie da explicaciones de nada porque, como la toma de decisiones es colectiva, todo el mundo se escuda en su limitada capacidad de influencia y, a lo sumo, se justifica diciendo que votó en contra. Y luego, de nuevo ya aquí, y como se supone que somos tan demócratas, pues a acatar el resultado de la votación sin rechistar y a seguir comulgando con ruedas de molino con lo que se decide sin nuestra participación.
Pero, además, en algunos casos lo que ya no es de recibo es el cinismo que se despliega para tratar de justificar lo injustificable como es este retroceso en derechos laborales conseguidos hace más de noventa años.
Así que, por si tenéis el juicio ofuscado o, realmente, no sabéis lo que os conviene, el Comisario de Empleo, el checo Vladímir Spidla, se ha preocupado de aclararnos a todos que esta directiva “es un paso adelante para los trabajadores”.
La valoración en cuestión me ha traído a la mente una frase cuya autoría atribuyen a Pinochet un par de años después de su golpe de Estado en Chile (aunque también la he oído otorgándole la autoría a Carlos Menem en Argentina). Dicen que dijo entonces: “En 1973 estábamos al borde del abismo; y hoy, con orgullo, podemos decir que hemos dado un paso al frente”. La lástima es que no se despeñara.
Pues eso. Europa sigue dando pasos al frente pero avanzando hacia la retaguardia. Una forma de avanzar un tanto rara, ¿no?