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Hablemos de las pensiones

Sí, hablemos de las pensiones. ¿Por qué no hacerlo? Ya sé que con la que está cayendo no es buen momento para introducir más elementos de incertidumbre en un contexto crecientemente incierto pero no he sido yo quien ha recuperado para la agenda política y económica del país el tema de las pensiones.

Claro que sí, hablemos de las pensiones. Pero hablemos de ellas sin ocultar ases en la manga ni conejos en la chistera. No permitamos que los elementos del discurso sean tan sólo aquellos que manejan, como trileros, los agoreros del apocalipsis de la Seguridad Social y pongamos todas las cartas boca arriba. No asumamos como verdades reveladas ni leyes naturales lo que no son más que opciones políticas que, como tales, entran en el ámbito de nuestra capacidad de decisión colectiva y podemos modificar a voluntad de las mayorías. Pongamos sobre la mesa todos los términos del debate, liberémonos de los corsés que encapsulan nuestra forma de pensar este tema y asumamos que ni lo existente es lo único posible ni lo que nos proponen la única solución viable.

De todo ello hablo en este artículo con la que inauguro mi colaboración mensual en el periódico digital El Observador.

8 comentarios a “Hablemos de las pensiones”

  1. artículo esclarecedor el que publica usted en El observador. Muy interesante su punto de vista. efectivamente tenemos demasiados clichés y aquí se encuentran planteamientos muy bien argumentados para desmontarlos.
    Sus textos son muy divulgativos.
    Muchas gracias.

  2. Frente a la dictadura del miedo y la mediocridad
    un poco de verdad sin edulcorar

  3. En su mayor parte me parecen acertados los argumentos.Si nos basamos en ellos hay que deducir que una “mano negra” nos toma el pelo y por fácilmente manejables.Creo que creen la que la mejor liga del mundo es suficiente para que seamos felicdes.
    En cuanto a la cuantificación de las pesiones, ahora ya no son los últimos 15 años los mejores. Que se lo pregunten a los afectados por despidos con más de 50 años.La fórmula más equitativa es tener en cuenta la mitad de los años considerados, los últimos y la otra mitad,los mejores de la vida labora.A este respecto urge una Asociación porque los Sindicatos están muy ocupados con elucubraciones filosófico-sociales. Lo concreto ellos lo tienen resuelto vía Presupuestos Generales del Estado.

  4. En su mayor parte me parecen acertados los argumentos.Si nos basamos en ellos hay que deducir que una “mano negra” nos toma el pelo y por fácilmente manejables.Creo que creen la que “la mejor liga del mundo” es suficiente para que seamos felices.
    En cuanto a la cuantificación de las pesiones, ahora ya no son los últimos 15 años los mejores. Que se lo pregunten a los afectados por despidos con más de 50 años.La fórmula más equitativa es tener en cuenta la mitad de los años considerados, los últimos cotizados y la otra mitad,los mejores de la vida laboral.A este respecto urge una Asociación porque los Sindicatos están muy ocupados con elucubraciones filosófico-sociales. Lo concreto ellos lo tienen resuelto vía Presupuestos Generales del Estado.

  5. Me parece bien, hablemos de Pensiones.

    ¿Que es ser pensionista?, independientemente del significado legal y formal que tiene, el ser pensionista es algo más, o al menos así lo entiendo yo. Es una recompensa social, laboral, económica y moral, totalmente justificada, que obtiene todo trabajador por sus años de dedicación y colaboración con el Estado Español, por que además de haber cotizado durante una cantidad indecente de años y hacer frente, con sus cotizaciones, a las pensiones económicas que se otorgan a otros, ha participado y colaborado con el gasto social, a través de los impuestos que le retrotraían de su salario bruto.

    Pues bien, el Gobierno hoy por hoy parece ser que más que agradecer y dar un descanso merecido a los trabajadores que han dedicado toda su vida a producir para España, les castiga aumentando los años de cotización, la edad de jubilación, e incluso y esperemos que no, mejor será no dar ideas, el porcentaje de penalización en caso de jubilación anticipada.

    Pero el Gobierno va a más, ahora esta iniciando una campaña de revisiones, a pensiones de jubilación por invalidez de aquellos procedimientos iniciados administrativamente, que habiendo obtenido el 100 % de la BR mensual, es decir, una invalidez permanente absoluta, estudia la posibilidad de reducirlas a un 55 %, equivalente a una invalidez permanente total, una disminución que supondría un porcentaje de 45 puntos menos, pasando a percibir casi la mitad de la pensión que cobraba. Y dicen que esta saneada la Caja de la Seguridad Social.

    Además el pasado día 27 de Mayo, y con un poquito de cara dura, el Gobierno presumía de haber obtenido un superávit en la Seguridad Social de 11.000 millones de euros, un 20 % menos que el año pasado, si seguimos con esta regla directamente proporcional, en unos 10 ó 15 años, veremos si tenemos pensiones.

    Es entonces cuando me pregunto, ¿es así como se les paga a los pensionistas y a aquellos que han sido valorados como incapaces para toda profesión?, disminuyendo las pensiones, imponiendo requisitos o introduciendo trabas burocráticas. Con estas medidas, lo que se intenta es que sea mucho más difícil obtener una pensión justa.

    ¡Gobierno Mío!, haz una buena gestión y deja a tus pensionistas en paz.

  6. En primer lugar, decir que Fernández Ordóñez me cae como una patada en el culo. Se lo ha ganado con lo haciendo todos los días la rosca a los del PP.
    Dicho esto, creo que acusarle de connivencia con los fondos privados de pensiones y de que no quiera un sistema público de pensiones me parece una acusación demasiado fuerte.

    Otra cosa en la que no puedo estar de acuerdo con Alberto es con su sugerencia de que la Seguridad Social pase a ser financiada también por los otros impuestos. No estoy de acuerdo.
    Y principalmente no estoy de acuerdo por una simple razón de demagogia política.
    La Seguridad Social es el pilar básico del Estado de Bienestar en España; es demasiado importante como para que sus cuentas no estén todo lo claras que deban estar y como para que no dé lugar a demagogia.
    Explico lo de la demagogia, no sin antes desviarme un poco del tema:
    en su momento, los gobiernos europeos, estadounidense… fijaban, por ejemplo, los tipos de interés. Obviamente la opinión pública siempre pedía tipos de interés bajo. El Gobierno acababa siempre cediendo, y cuando se disparaba la inflación le echaba la culpa a, por ejemplo, la subida del petróleo. Pero claro, ¿qué gobierno puede ser tan valiente de aumentar el tipo de interés a sus votantes, aunque sea lo más sano para su economía? Ninguno; como es obvio.
    Cuando en su momento se consideró que la fijación del interés daba lugar a demasiada parcialidad política, se optó (y fue una buena decisión, a mi juicio), porque los bancos centrales fuesen independientes de la política y fuesen estos quienes fijasen el tipo de interés.
    Con las pensiones ocurre un poco lo mismo. ¿Qué dirigente no puede ser tan populista de lanzar al aire la promesa de “voy a subir las pensiones un x%”, sin pensar en las consecuencias. ¿Qué gobierno puede luego tener la valentía de bajarlas si ponemos las pensiones con cargo al Presupuesto?
    En cambio, si haces que la Seguridad Social se financie sólo con cotizaciones sociales y su contablidad esté separada de la de los Presupuestos; quien quiera subir las pensiones tendrá que explicar como lo va a hacer, sin lanzar promesas populistas al aire.
    Además, seamos serios, no podemos comprometer la recaudación de las cotizaciones+ la recaudación del IRPF+ la recaudación del IVA+ la recaudación del Impuesto de Sociedades + la recaudación de los Impuestos Especiales en sostener la Seguridad Social. La Seguridad Social es importante, pero no es lo único importante y no podemos dedicar todo el Presupuesto a ella y olvidarnos de que tenemos una Educación que mantener, una Sanidad que mantener y unas infraestructuras que hacer.
    Veo pues, prudencial, que la contabilidad de la Seguridad Social esté separada de la de los Presupuestos Generales; así si la Seguridad Social tiene déficit los ciudadanos saben que ese señor populista que lanzó al aire un aumento de las pensiones sin calcular las consecuencias no es más que un demagogo.
    Ojo, que no me cierro a que la SS aumente sus ingresos, pero siempre desde el principio de que sean unos ingresos claros y acotados ¿Qué decides destinar, por ejemplo, la recaudación del Impueso de Sociedades a financiar la Seguridad Social? OK, pues debidamente justificado, se puede apoyar; pero no se puede apoyar entregarle a la SS todo el Presupuesto sin ningún tipo de límite, sin que tenga unos ingresos fijos y por lo tanto limitados. Simplemente, repito, por evitar movimientos políticos puramente electoralistas en el pilar básico del Estado de Bienestar.

    Sobre las reformas que necesitaría la Seguridad Social:

    1º) es suprimir el límite de 12.000 € de contribución. Que las clases altas contribuyan en la misma proporción que todos no solucionará todo un problema futuro de excesivo envejecimiento, pero sí dará algunos fondos extra.
    Si luego la pensión queda fijada en función de la renta neta durante el tiempo de cotización en lugar de en función de la cotízación (entendiendo renta neta como la renta bruta suprimiento el IRPF y la cotización social) tendremos que los ricos recibirán, proporcionalmente, menos pensión que los pobres.

    2º)Empezar YA a tomarse en serio el tema de la baja natalidad.
    Y aquí es cuando entra la política de vivienda; porque con pisos de 40 metros por los que pagas la mitad del sueldo al banco, no hay dios que tenga un hijo.
    Pero claro, eso ya daría para escribir un libro.

    3º)Si es muy necesario elevar la edad de jubilación un año o dos; creo que como último recurso podría ser aceptable. Hay que darse cuenta de que hoy alguien de 65 tiene una salud infinitamente mejor que cuando se estableció el sistema de la Seguridad Social.

    4º)Restricciones para la prejubilación.
    Lo siento, aún exponiéndome a otras opiniones muy contrarias, creo que uno de los mayores lastres para la SS es precisamente las prejubilaciones masivas.
    Muchas empresas por evitar pagar despidos prejubilan a sus empleados y que la Seguridad Social cargue con el muerto. Pero ya se sabe, la Seguridad Social somos todos. Los trabajadores están pagando las prejubilaciones de ex-empleados cuya indemnización por despido quiso ahorrarse la empresa. Me parece, pues, tremendamente injusto.

    Si creen que la cotización a la Seguridad Social del 28′1% sobre el sueldo que tenemos en España es poco competitiva, cara y excesiva, y se ceba sobre todo precisamente y sobre todo con los trabajadores (los ricos como mucho pagan 12.000 €), no me parece lógico que se destine en parte a pagar prejubilaciones masivas de algunas empresas.

    Precisamente, y por más que se diga, en las prejubilaciones sale perjudicado el prejubilado (cobra menos) y también el que sigue trabajando (que tiene que sostener al prejubilado) y la propia Seguridad Social y el Estado (más gastos y menos ingresos, respectivamente); quien gana, la única que gana, por más que se crea, es la empresa que se ahorra las indemnizaciones por despido.

    5º) Sí, lo siento, pero el porcentaje de cotización hay que reducirlo.
    Entre lo que paga el empresario y el empleado es un 28,1%. Es un % demasiado alto, poco competitivo, que impide la creación de empleo y que se ceba con quien trabaja. Bajando la cotización y creando empleo (precisamente por la bajada de esa cotización) al final conseguiriamos probablemente mantener un balance positivo de la Seguridad Social).

    Precisamente, con la Seguridad Social que tenemos, no es un riesgo que esta quiebre. El riesgo mayor es que suponga un lastre demasiado fuerte para la economía.

  7. […] entendía por bueno para la viabilidad del sistema de pensiones (otra cosa es que lo sea y a otras propuestas me remito), ya no lo es tanto cuando de aplicarlo en carne propia se […]

  8. […] trabajo, entendía por bueno para la viabilidad del sistema de pensiones (otra cosa es que lo sea y a otras propuestas me remito), ya no lo es tanto cuando de aplicarlo en carne propia se […]

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Alberto Montero