Y con él las vacaciones. Como han quedado atrás la decena de días pasados en Lanzarote, esa isla de paisaje y clima sin concesiones. Atrás han quedado los baños en ese Atlántico siempre en movimiento, de azules infinitos; las cenas a base de pescado a la brasa que cada mañana comprábamos en la pescadería de Alí a quien le asombraba tanto nuestra afición al pescado como a mí su habilidad para destriparlos y abrirlos; las botellas frías de un vino malvasía extraído de parras que custodian ese tesoro dorado hundidas en el suelo de un desierto negro y protegidas de los insectos por higueras; o la compañía de uno de esos libros para los que uno sabe que necesita disponer de horas y días por delante porque no pueden leerse con deleite al ritmo acelerado de nuestra vida cotidiana. En esta ocasión ha sido “Conversación en La Catedral”, de Mario Vargas Llosa. Quienes solo valoren literariamente -no digo políticamente, eso es harina de otro costal- a este autor a partir de la liviandad literaria de sus últimos libros debieran asomarse, con horas y días por delante, a esta majestuosa novela en la que se narra, como en pocos textos, la podredumbre que germina en el seno de cualquier dictadura y cómo ésta va imponiendo estrategias de supervivencia que corrompen moralmente a gran parte de la sociedad. No es una novela que nos explique, como se pregunta Santiago, el protagonista, en el primer párrafo de la novela, “¿En qué momento se jodió el Perú?” sino que nos cuenta cómo la dictadura de Odría en el Perú jodió a los peruanos. Lástima de no tener otros diez días por delante en una playa para poder releerla nada más terminarla.
En cualquier caso, se acaba también un agosto convulso en lo que a economía y política se refiere. Un agosto que nos ha tenido, a quienes andamos muy preocupados con nuestra realidad cercana, atentos al día a día y tratando de aportar, humildemente y en la medida de nuestras posibilidades, algunos elementos de reflexión.
Así, desde que me marché de viaje hasta este domingo pasado, he publicado tres artículos cortos en Público que os dejo a continuación advirtiendo, como otras veces, que 200 palabras dan para muy poco. Los he incluido en el día en que fueron publicados.
Buen retorno a todos los que vuelven al tajo y enhorabuena a los que comienzan hoy sus vacaciones porque de ellos serán las playas medio habitables.
La foto es mía: son los viñedos de La Geria yendo a probar el magnífico malvasía de las Bodegas Stratvs.
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