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Entrevista en El Economista: de la electricidad y otras pequeñas “erratas” sin importancia

Este lunes pasado El Economista publicaba una entrevista en la que me preguntaban por distintos puntos del programa de Podemos para las elecciones europeas. Una de esas preguntas estaba referida a si Podemos nacionalizaría o no sectores estratégicos de la economía. Mi respuesta, como puede constatarse, fue que no era necesario nacionalizar ni a un sector ni a una empresa para tener una posición de control de la misma que permitiera canalizar la estrategia de la empresa hacia el interés general, máxime cuando en muchos casos hablamos de bienes y servicios que son básicos para la ciudadanía. A continuación, y como recurso ilustrativo de lo que pretendía decir, le comenté a la entrevistadora que esa posición de control en alguna empresa del sector eléctrico permitiría eliminar la “pobreza” energética estableciendo, por ejemplo -y recalco lo de “por ejemplo”, a pesar de que en la respuesta escrita no aparece-, tarifas diferenciadas en función de la renta. Una política que, por otra  parte, ya existe en nuestro país y que se llama “bono social”, a través del cual se fija un precio administrativo para el consumo de familias que acrediten su condición de precariedad de ingresos pero que, a pesar de todo, no es lo suficientemente contundente como para acabar con esa vergüenza colectiva que es vivir en un país en donde hay decenas de miles personas pasando frío en sus casas porque no pueden pagar el recibo de la electricidad, entre otras cosas, porque tenemos el precio de la electricidad más alta de toda Europa. Como veis, en el peor de los casos, ni siquiera había descubierto la pólvora.

Pues bien, desde El Economista se decidió que lo que yo utilizaba como un ejemplo para ilustrar qué se podía hacer con un sector estratégico sobre el que se tomaban posiciones de control para preservar la satisfacción de derechos humanos básicos era, en sí misma, una propuesta en firme de Podemos. Y no contentos con eso, mientras que en el cuerpo de la respuesta yo decía “propondríamos”, en el titular de la noticia, y supongo que para recalcar nuestra presunta naturaleza autoritaria, decía “impondríamos”. Imagino que fallaría el corrector del procesador de textos, otra explicación inocente no puedo darle.

Por si os interesa ir un poco más allá del titular, aquí os dejo la entrevista o, en su defecto, podéis verla en El Economista pinchando aquí.

 

“Impondríamos distintas facturas de la luz en función del nivel de la renta”

 

Adelantar la jubilación a los 60 años, una renta básica para todos, reducir la jornada laboral a las 35 horas: son algunas de las propuestas que hicieron que Podemos -una formación sin apenas presupuesto para hacer campaña y que apenas llevaba cuatro meses en pie- ganara cinco diputados en las últimas elecciones europeas.

Alberto Montero, profesor de Economía Política de la Universidad de Málaga, es uno de los economistas que ahora trata de “hacer aterrizar” el programa a la próxima cita electoral: 2015.

¿A qué se debe este cambio? ¿El programa no era viable?

El programa está construido para otro tipo de escenario. La renta básica para todos, sin ir más lejos, es una medida que está pensada para ser financiada con recursos europeos. Ahora, al hablar de España, habría que trabajar sobre el concepto de “mínimos vitales”. Por ejemplo, un trabajador que cobra 400 euros por media jornada y que no puede encontrar más trabajo debería recibir un complemento de ingreso. Una medida que, según nuestros cálculos, podría ser financiada por 22.000 millones de euros, es decir, un 2,1 por ciento del PIB.

¿Y cuanto costaría adelantar la edad de jubilación de los 65 a los 60 años?

Unos 15.000 millones. Lo que no hay que hacer es interpretar esta idea como un descalabro de las cuentas de la Seguridad Social. Hay que tener en cuenta la tasa de desempleo de esa edad y las pensiones medias. Si nos comparamos con la Unión Europea, en el caso de adelantar la edad, nos situaríamos en los niveles de gasto medio en pensiones de la UE. Y es que es cierto que tenemos un mayor número de pensionistas, pero las pensiones medias también son más bajas.

Hablemos ahora de los ingresos: ¿cómo financiar este tipo de medidas? ¿Con un alza impositiva?

Sí y no. Los impuestos en España son nominalmente de los más altos de Europa y, con la recaudación en la mano, son de los más bajos. Lo que hay que hacer es estrechar esta brecha, especialmente preocupante en el caso de las rentas altas, que tienen más mecanismos de elusión fiscal. Debemos tener en cuenta que el fraude fiscal supone al año 40.000 millones de euros, es decir, casi el 4 por ciento del PIB.

Pero, ¿podría concretar? ¿Qué harían con el IVA o el IRPF?

No estamos de acuerdo con incrementar el IVA para que los que consuman más, paguen más. Es una medida contraria a una visión progresista del sistema tributario. Sí que estudiamos reformular el IVA para subir el gravamen de aquellos productos que se consideren de lujo y bajarlo para aquellos productos que, en los últimos años, han visto incrementado el gravamen, como la exclusión de algunos productos que gozaban de un IVA superreducido. El IRPF debería seguir el mismo camino.

Proponen la “recuperación del control público en sectores estratégicos”, es decir, ¿nacionalizar?

Para tener el control sobre la producción de determinados servicios básicos -electricidad, agua, telecomunicaciones, la banca- no es necesario tener nacionalizado todo el sector. El Estado podría tener posiciones de control sobre una empresa eléctrica, como ocurre en la mayoría de los países europeos. Esto permitiría orientar estratégicamente su política hacia intereses generales. Por ejemplo, propondríamos distintas facturas en función del nivel de renta, para que no pague por la electricidad lo mismo un hombre que cobre 10.000 euros que otro que ingresa 60.000 euros.

¿Qué hay de la vivienda? ¿Penalizarían a los dueños de más de una casa?

Nos parece un ejemplo muy bueno el de Francia. Cuando hay una demanda de vivienda y propietarios que tienen viviendas vacías y cerradas y no las ponen a disposición del mercado, el Estado francés se reserva la posibilidad de expropiar temporalmente. Lo que no se puede permitir en este país es que haya tres millones de viviendas vacías y, al mismo tiempo, los bancos estén poniendo en la calle a personas para quedarse con inmuebles, incluirlos en el Sareb y que no puedan venderse. El alquiler social es, sin duda, una mejor idea.

El principal problema de España sigue siendo el paro, ¿qué haría Podemos para solucionarlo?

Detrás del paro está el problema del modelo productivo y el del endeudamiento público y privado que hace que sea difícil darle la vuelta al problema. Y, para alterar el modelo, necesitamos recursos a inyectar en el sistema a medio y largo plazo.

Y, ¿de dónde los sacamos?

Nuestro orden de prioridades comienza en reestructurar la deuda -que es algo que hasta el FMI dice que hay que hacer- para alterar el modelo productivo, lo que nos permitiría generar empleo para esos cinco millones de desempleados que, si no, son gente sin futuro. Nos da igual si es por la vía de quitas o por la vía de periodos de carencia de los intereses, pero lo que no podemos es tener un país donde se destinen al año 30.000 millones al pago de los intereses la deuda.

¿España va bien? ¿Hay visos de recuperación?

No podemos negar que hay un cambio de tendencia en el proceso de destrucción de empleo. Otra cosa es qué tipo de estructura de trabajo se está dando como consecuencia de la última reforma laboral y de esta crisis. En términos cuantitativos, puedo aceptar que ha habido una mejora, y en términos cualitativos cuestiono esta mejora.

¿Qué opinan de los PGE de 2015?

Hay que tener en cuenta que vivimos en un contexto de deflación y el cuadro macro que han elaborado parece hecho con los datos de finales de 2013. No tienen en cuenta el contexto de parón tanto del interior de la eurozona como a nivel mundial. ¿Es posible que nuestra demanda externa crezca mientras que la economía mundial y la europea frena? Además, tampoco prevén imprevistos como una posible subida de la prima de riesgo si la Fed retira los estímulos.

Y en Europa, ¿se está gobernando la crisis correctamente?

Somos profundamente europeístas, pero no estamos de acuerdo con la gestión que hacen de la crisis algunos Estados que, no entendemos por qué, tienen una mayor capacidad de incidencia sobre decisiones que deben ser democráticas. No podemos tolerar que se restrinjan los márgenes de maniobra para que los países decidan cómo guiar a sus habitantes hacia el bienestar.

2 comentarios a “Entrevista en El Economista: de la electricidad y otras pequeñas “erratas” sin importancia”

  1. Comenzando por estar de acuerdo con la direccion economica hacia el pueblo en vez de hacia la sonrisa de los mercados.

    Siempre me asaltan dudas sobre las financiacion de todas estas propuestas, no en vano tanto tiempo de mentiras y desinformacion hacen mella en la concepcion de algunos elementos macroeconomicos.

    Pues claro esta que la A. tributaria es pobre en medios y esta dirigida desde una concepcion politica determinada.Pero el hecho de potenciarla y redirigirla ,¿hara posible recaudar ese 4% del PIB?.

    ¿Se puede meter ern cintura al IBEX 35 a tributar lo estripulado? dadas las facilidades que presta la libre circulacuon de capitales y con la opacidad que dan los paraisos fiscales, y la familia defraudadora internacional. Haciendo que la persecucion de esos delitos se vuelva harto compleja, larga y costosa

    En definitiva, soy consciente de la magnituda del reto y de las dificultades: Las naturales y las agregadas por romper el “orden internacional ” de la familia Elite internacional, emitiendo deuda sin parada, que nos dejara fondeados en la deflacion.

    Pues a poder ser me gustaria una descripcion de en que se gastara y cuanto costara lo deseado y una memoria de donde se sacara la financiacion necesaria, sabiendo a priori que los agentes economicos se opondran con todas sus fuerzas, antes de reconocer a los pueblos haciendose soberanos y cambiando de bando el miiedo hacia los acreedores.

    Gracias de antemano por mantener ese discurso politico economico que vienes practicando y por mantenernos mejor y mas informados fuera de la optica oficial del discurso politico-economico.

  2. Todas las actividades económicas que sean “monopolios naturales”, como la producción y distribución de electricidad, deberían ser gestionadas por empresas públicas estatales, en el presente a nivel de España y en el futuro a nivel de la Unión Europea. El precio del kilowatio-hora no puede estar en manos de los especuladores, como tampoco debería estar en sus manos el precio del trigo, del azúcar, del petróleo y de la mayoría de las materias primas.
    PODEMOS debería acabar con la tiranía de los mercados financieros impidiendo la compra y venta diaria de acciones (el periodo entre la compra y la venta debería ser de un año, como mínimo) así como la posesión de acciones por parte de personas jurídicas (ya sean brokers, fondos de inversión, bancos o empresas privadas). Los propietarios de todas las acciones (y, en general, de todos los valores financieros) deberían ser personas físicas, exclusivamente. Con estas dos medidas se haría imposible la especulación bursátil, que no produce nada y sólo beneficia a una minoría privilegiada.
    No puede seguir siendo legal que los especuladores de las bolsas sigan engordando sus fortunas, todos los días, a costa de empobrecer a la inmensa mayoría de la población (es decir a los trabajadores) y, además, no paguen los impuestos que les corresponden sino que envían sus fortunas a los paraísos fiscales (que deberían desaparecer).
    Un capitalismo basado en la economía real puede seguir existiendo, con límites en las ganancias de los empresarios y de los ejecutivos, pero nuevas leyes deben prohibir, y tipificar como delito, todas las actividades especulativas, tanto financieras como inmobiliarias. El expolio a la Humanidad que están llevando a cabo los especuladores financieros, cuya acumulación de riqueza en los paraísos fiscales es obscena, tiene que acabar. Alguien dijo, con acierto, que “para reducir el número de pobres hay que reducir el número de ricos”.
    Las empresas no deben ser ahogadas con impuestos, quienes deben pagar impuestos, de una forma marcadamente progresiva, son las personas físicas, especialmente las que tienen mayores rentas y mayores patrimonios.
    Un cordial saludo.

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Alberto Montero