La otra economía

Los costes laborales y la neutralidad del lenguaje

Para que luego digan que el lenguaje es neutral y que los medios de comunicación no están contribuyendo a la progresiva interiorización de un determinado discurso económico de signo marcadamente conservador entre la población.

Así, según destaca El País en titulares, “cada trabajador cuesta a las empresas 2.307 euros al mes”.

Como si el trabajador no aportara su trabajo al proceso productivo y tuviera derecho a una remuneración justa a cambio del mismo. Como si el trabajador no debiera percibir una parte del producto total que contribuye a producir. Como si la remuneración del trabajo sólo fuera un coste para la empresa y no, también, la principal fuente de renta para la mayor parte de la población que no tiene otro recurso para subvenir sus necesidades que ofertar su trabajo. Como si, a pesar de ello, las grandes empresas españolas no hubieran tenido en 2007 beneficios multimillonarios.

En definitiva, como si la culpa de la crisis la tuviera, como siempre, el aumento de los costes laborales. 

¿Un nuevo modelo productivo?

Realmente la capacidad de nuestro presidente del gobierno para vender humo no tiene límites. O no se entera de nada; o sus ministros le engañan; o no tiene ningún tipo de pudor en engañarnos a nosotros. Pocas posibilidades más se me ocurren.

¿Que por qué digo esto? Pues lo digo porque hace un par de días, al reunirse con los agentes sociales para explicarles las líneas de sus planes de futuro y la necesidad de avanzar en la concertación social para evitar conflictividad innecesaria en tiempos de crisis, no tuvo empacho en afirmar que es necesario impulsar un cambio en el modelo productivo.

Hasta aquí perfecto. Es más, era lo mínimo que se podía esperar después de tener en cuenta la situación en la que se encuentra la economía española como consecuencia de la apuesta decidida que se hizo por la construcción durante los últimos años.

Sin embargo, no hay que irse muchos días atrás para encontrar estas declaraciones del acutal ministro de Industria, Miguel Sebastián: “Industria apuesta por fomentar el turismo de la tercera edad y modernizar el ‘sol y playa’” quien, añade, a continuación, que ello tendrá un impacto inmediato y ayudará a reactivar la construcción.

¿Así que es éste el nuevo modelo productivo por el que apuesta Zapatero?

Pues, por un lado, se parece bastante al de finales de los sesenta cuando se decidió que el turismo de sol y playa podía contribuir decisivamente a dinamizar la economía. Y, por otro lado, sigue confiando en hacer todo lo posible por recuperar el sector de la construcción y que sea éste el que vuelva a tirar del carro.

Total, más de lo mismo aunque, eso sí, que por palabras altisonantes no quede. De hecho, se pueden utilizar todas menos una: crisis.

Lo que trabajan las mujeres españolas y nadie les reconoce

Estos datos del Instituto Nacional de Estadística creo que no pueden dejar indiferente a nadie aunque hayan pasado sin pena ni gloria por los medios de comunicación: el trabajo no remunerado desarrollado en el hogar es equivalente al 27,4% del PIB español y, del mismo, el 73% es realizado por las mujeres. [Sigue leyendo →]

España azotada por la crisis financiera internacional y los bancos sin saberlo

¿Tiene sentido que el gobierno siga responsabilizando a la crisis financiera internacional de la situación de crisis de la economía española después de saber que los bancos que operan en España ganaron durante el primer trimestre del año más de 5 mil millones de euros, un 10% más que en el mismo periodo del año anterior?

¿No será que a alguien le interesa seguir atribuyendo la crisis económica nacional a factores internacionales para eludir la responsabilidad en la promoción de un patrón de desarrollo basado en la construcción compulsiva y del que se sabía que sus días serían más o menos largos pero, también, que estaban contados?

¿Y no será que esa argumentación también viene a facilitar la justificación del ministro de Economía y, en definitiva, de este gobierno para no aplicar una política contracíclica más activa a nivel nacional?

No, no puede ser eso. Debe de ser que soy muy mal pensado. Sí, eso debe de ser.

La Isla de las Flores

Hace unos días encontraba este documental que, no sólo me parece magnífico, sino que complementa a la perfección el de “La historia de las cosas” que insertaba en este cuaderno hace unas semanas.

Se titula “La isla de las Flores” y es del brasileño Jorge Alberto Furtado. Nuevamente os digo que creo que merece la pena dedicarle los escasos diez minutos que dura. Con él os dejo. 

Carta abierta de Evo Morales a la UE sobre la directiva de la vergüenza

Como, evidentemente, los medios de comunicación no se van a hacer eco de esta carta amparándose, por supuesto, en el derecho a la libertad de empresa y porque creo que tiene interés todo lo que en ella se dice, os copio la carta abierta que el presidente de Bolivia, Evo Morales, ha dirigido a la Unión Europea con motivo de la previsible aprobación de la directiva de la vergüenza (también llamada del retorno de migrantes).

Espero que os interese. [Sigue leyendo →]

Si es que no sabemos lo que nos conviene

En el último apunte señalaba que estaba a punto de aprobarse una directiva comunitaria que posibilitaba que los Estados miembros pudieran extender la jornada laboral hasta las 65 horas. Ayer se aprobaba ya la directiva en cuestión.

Este hecho, de entrada, es muy expresivo del margen con el que cuenta la ciudadanía europea para hacer llegar sus opiniones y pareceres a ese supragobierno no electo que gestiona –porque gobernar con criterios de empresa se denomina “gestionar”- la Unión Europea y el futuro de sus ciudadanos.

Aquí nadie se entera de nada hasta que no sale en la prensa el día antes a que se discuta y se vote. A continuación, desde allí nadie da explicaciones de nada porque, como la toma de decisiones es colectiva, todo el mundo se escuda en su limitada capacidad de influencia y, a lo sumo, se justifica diciendo que votó en contra. Y luego, de nuevo ya aquí, y como se supone que somos tan demócratas, pues a acatar el resultado de la votación sin rechistar y a seguir comulgando con ruedas de molino con lo que se decide sin nuestra participación.

Pero, además, en algunos casos lo que ya no es de recibo es el cinismo que se despliega para tratar de justificar lo injustificable como es este retroceso en derechos laborales conseguidos hace más de noventa años.

Así que, por si tenéis el juicio ofuscado o, realmente, no sabéis lo que os conviene, el Comisario de Empleo, el checo Vladímir Spidla, se ha preocupado de aclararnos a todos que esta directiva “es un paso adelante para los trabajadores”.

La valoración en cuestión me ha traído a la mente una frase cuya autoría atribuyen a Pinochet un par de años después de su golpe de Estado en Chile (aunque también la he oído otorgándole la autoría a Carlos Menem en Argentina). Dicen que dijo entonces: “En 1973 estábamos al borde del abismo; y hoy, con orgullo, podemos decir que hemos dado un paso al frente”. La lástima es que no se despeñara.

Pues eso. Europa sigue dando pasos al frente pero avanzando hacia la retaguardia. Una forma de avanzar un tanto rara, ¿no? 

65 horas de trabajo semanales son muchas horas

Los ministros de Trabajo de la Unión Europea están planteándose en estos días aprobar una norma comunitaria que permita ampliar el tiempo de trabajo de 48 a 65 horas semanales. Si no me fallan las cuentas eso significa que se podría llegar a trabajar casi once horas al día seis días de la semana o nueve horas al día si se elimina el domingo como día de descanso.

En unos pocos de años, hemos pasado del debate sobre la jornada laboral de 35 horas semanales a otro que casi la duplica y que, visto lo visto, tiene más visos de avanzar, dado el consenso existente a su alrededor (al que, de momento, se opone España), que las opciones que en su momento tuvo la jornada de 35 horas.

Tantos años de lucha por conseguir avances sociales y mejores condiciones de trabajo se esfuman, día a día, a ritmo de directiva europea. ¿Qué será lo próximo? ¿El retorno de la esclavitud? 

Al presidente del BBVA le parece mal que el gobierno ayude a las familias

Deber resultar muy fácil para el Presidente del BBVA, Francisco González, que en 2007 cobró casi 10 millones de euros por distintos conceptos más otros tantos para su fondo de pensiones particular (que ya se eleva a más de 53 millones de euros) decir en público, ante la crisis que tenemos encima, que “las familias deben hacer sus deberes y no pedir ayudas al gobierno”.

Sí, debe ser realmente fácil para una persona cuyos ingresos equivalen a más de 500 veces el salario medio español acusar de pedigüeños a las familias que están hipotecadas hasta las cejas en la institución que él preside o en otras de su sector.

Eso sí, en la presentación de los resultados del BBVA a principios de año, no dudó en pedir medidas fiscales al gobierno para reactivar la economía. Evidentemente, todas ellas a favor del incremento del excedente empresarial y de la profundización del grado de flexibilidad de la economía y, más concretamente, del mercado de trabajo.

¿Por qué demandaba entonces lo que ahora le niega a otros? ¿Por qué para unos sí y para otros no, señor González?

Bolivia, enfrentamientos de poder

Aquí podréis encontrar una entrevista que me hicieron recientemente sobre la situación en Bolivia y que publican en la Revista Fusión. Una situación que, por otra parte, cada vez es más preocupante.

 

Alberto Montero