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Notas archivadas en 'España'

Que se pare el libre mercado que los empresarios se bajan

A estas alturas todo el mundo sabe que estamos inmersos –aunque aún se desconoce el grado concreto de profundidad- en una crisis económica de difícil parangón en la historia económica reciente.

Tan preocupante debe de ser la situación que el nerviosismo generalizado está sacando a la luz lo que muchos agentes mantienen en su subconsciente y se niegan a declarar en público a pesar de que profesen su creencia en privado. [Sigue leyendo →]

Manifiesto por la laicidad

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Revisando los correos acumulados durante estas vacaciones me he encontrado con este manifiesto redactado por la plataforma Redes Cristianas reclamando la definitiva y radical laicidad del Estado español, esto es, ni más ni menos que se cumpla de una vez por todas la Constitución Española en lo que a esa materia toca y se supere esta situación de laicismo encubierto en la que vivimos.

El manifiesto me parece todo un ejemplo de sensatez, coherencia y tolerancia. No estaría mal que este gobierno escuchara de vez en cuando lo que tienen que decir los cristianos de base en vez de dejarse presionar por tanto meapilas suelto que anda entre sus filas y por una jerarquía eclesiástica que, a fin de cuentas, anda más preocupada por su financiación que por sus fieles.

La incansable cantinela neoliberal

Y este es el segundo artículo –una columna larga- que complementa al anterior y que también aparece en el número de Diagonal que tenéis esta semana en los kioscos.

“La crisis económica que atraviesa España ha permitido, entre otras cosas, poner de manifiesto la perseverancia y continuidad de la que goza el discurso neoliberal y su recetario en nuestro país.

A nadie debe escapársele que toda crisis implica la necesidad tanto de hacer un diagnóstico de sus causas como de articular medidas para tratar de superarla cuanto antes. En ese sentido, la analogía con el mundo de la medicina es casi perfecta: el médico deberá diagnosticar adecuadamente la enfermedad y, a continuación, recetar los medicamentos más adecuados para sanar al paciente.

En el caso de la economía las cosas no parecen ser tan evidentes. Siempre me ha causado sorpresa cómo, a pesar de que las razones de las crisis de nuestra economía desde la llegada de la democracia han sido de lo más diversas, las recetas suelen ser siempre las mismas. Es como si el médico recetara el mismo medicamento para una tuberculosis que para una sífilis. Si nadie otorgaría ni el más mínimo grado de fiabilidad a un médico que actuara de esa manera, entonces, ¿por qué se la otorgamos a los economistas?

Basta con recorrer las hemerotecas y ver cómo, ante cada crisis, el recetario es idéntico: flexibilidad laboral, contención salarial, privatización del sistema de pensiones, liberalización de los sectores estratégicos de la economía y pare usted de contar.

Evidentemente, quienes promueven estas medidas son también siempre los mismos sectores: el empresarial, evidentemente, y, con especial potencia, el sector bancario y financiero. Son ellos también, como se viene demostrando, los mayores beneficiarios de su perseverancia. Para comprobarlo basta con ver la evolución de la distribución funcional de la renta durante los últimos años para apreciar el retroceso de la masa salarial frente a los beneficios empresariales.

Pues bien, para esta crisis, el presidente del gobierno invitó a la Moncloa a un grupo de esos economistas que vienen errando en sus predicciones desde que comenzaron a hacerlas y que, curiosamente, se encuentran todos relacionados con el sector empresarial, ninguno del ámbito académico (lo cual, dicho sea de paso, tampoco sería garantía de mucho).

Así que, esta vez, las recetas de siempre llegaron de primera mano y en la propia casa. Ya veremos cuánto tardan en presentarse los efectos”. 

Zapatero combate la crisis con fuegos artificiales

Justo antes de marcharme de vacaciones los amigos del periódico Diagonal me pidieron un par de breves artículos sobre las medidas económicas contra la crisis anunciadas este pasado mes de agosto en sesión extraordinaria del Consejo de Ministros. Aquí tenéis el primero de ellos.

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No somos tan diferentes del resto de europeos

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Y es que, al menos en lo que se refiere al tema de la inmigración, no podía ser de otra forma por mucho que se siga pensando -y yo el primero- que “Spain is different”. Debe de serlo para otras cosas.

Si el gobierno de este país decidió en su momento votar a favor de la Directiva de la vergüenza considerándola, en palabras de nuestro presidente del Gobierno, como un gran avance progresista, no es ni más ni menos porque gran parte de la población de este país apoya el tipo de medidas que bajo esa Directiva toman cuerpo.

Basta para sostener esa afirmación con echarle un vistazo a los datos de la última oleada del Barómetro del Instituto Elcano referidos a inmigración. [Sigue leyendo →]

Imagine

Nueve niños como los que aparecen en este video han perdido su vida en las aguas del Mediterráneo cuando sus madres los llevaban consigo en su intento de llegar a las costas españolas y ofrecerles un futuro.

Nueve vidas truncadas en el albor de sus días. Nueve sonrisas que no volverán a brillar. Nueve miradas inocentes que ahora devoran los peces.

Escucha la música, mira las imágenes e imagina que el mundo no fuera una mierda. Difícil, ¿verdad?

Caldera a todo vapor

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Cuando se anunció la composición del nuevo gobierno y se comprobó que Jesús Caldera, ex ministro de Trabajo, ya no iba a formar parte del mismo, hubo un cierto revuelo. Caldera justificó su ausencia del gobierno diciendo que el presidente Zapatero le había encargado “una misión en el terreno de las ideas”. Reconozco que fui un poco malo y pensé: “pues le habrá encargado que tenga alguna, para variar”.

Mi maldad, hasta cierto punto, no estaba muy desencaminada. A Caldera le encargaron que creara un think tank de pensamiento progresista para que nutriera de ideas al PSOE, la Fundación de Estudios Progresistas (para que no cupiera ninguna duda respecto a lo que se pretende cocinar allí dentro), y, al parecer, la misma ya está dando sus primeros resultados.

En el Congreso del PSOE que se está celebrando estos días, Caldera ha comenzado a exponerlos: “la culpa de la crisis es de Bush”. Sin comentarios.

 

Zapatero, el progresista, contra los conservadores socialistas europeos

En una interesante entrevista que se publica hoy en Rebelión, el eurodiputado italiano Vittorio Agnoletto nos cuenta algunos de los entresijos de la tramitación y aprobación de la Directiva de la Vergüenza. Esa que para el presidente de nuestro gobierno constituye un “avance progresista”.

Según nos desvela Agnoletto, esta Directiva nace de un férreo acuerdo entre Zapatero y Sarkozy (de todos conocido por su talante progresista), al que se sumaron la mayor parte de gobiernos europeos –casi todos conservadores en estos momentos, no lo olvidemos- en sus presiones sobre el Parlamento para que aquélla fuera aprobada sin modificaciones.

Es más, la Directiva es un avance “tan progresista” que la mitad del Grupo Socialista del Parlamento Europeo votó en su contra y el 35% se abstuvo. Así que la Directiva de la Vergüenza se aprobó gracias a los votos de los europarlamentarios conservadores que, al parecer, ahora también se han vuelto tan progresistas en su valoración de la misma como Zapatero.

Se ve que el 85% de los europarlamentarios socialistas fue incapaz de percibir la elevada carga de progresía que incorporaba la Directiva en su tratamiento de la emigración y no les quedó más remedio que asumir que eran, en opinión de Zapatero, “unos ignorantes supinos o unos demagogos irresponsables”. ¡Toma ya talante!

Así que parece que en el caso de la Directiva en cuestión ocurre lo mismo que con la discusión acerca de si hay o no crisis en España: sólo él considera que es progresista y sólo él considera que no hay crisis. Los demás estamos equivocados. Que lo sepáis. 

¿Tú que opinas? ¿Hay o no hay crisis?

La misma entrevista al presidente Rodríguez Zapatero a la que me refería ayer estaba presentada en la portada de El País con una de esas frases antológicas a las que nos tiene acostumbrado.

Según nuestro presidente, y en relación a la situación económica española, “es opinable si hay crisis” (ése era el titular de la entrevista) y añadía a continuación: “depende de lo que entendamos por crisis”.

Una vez más, y como frecuentemente ocurre con este presidente, la logomaquia al poder.

Evidentemente, qué entendamos por crisis es esencial para decidir si hay crisis o no; pero la discusión sobre la palabra no puede convertirse en una cortina de humo para evitar enfrentarse a una situación que si no es de crisis se le va pareciendo mucho.

Quizás el símil no sea muy afortunado pero si Zapatero hubiera sido el capitán del Titanic tal vez no hubiera gritado “¡A los botes! ¡Las mujeres y los niños primero!” hasta que no se hubiera visto con el agua literalmente al cuello. Hasta entonces probablemente hubiera dudado entre si el Titanic había chocado con un iceberg o si el agua que corría por los pasillos del barco era producto de que el grumete se había dejado algún grifo abierto.

En cualquier caso, este presidente debería saber que sobre todo aquello que se puede contar y medir no cabe opinión y se impone siempre el resultado de la medición. Y que todos los indicadores económicos indican que si España no está en crisis le falta muy poco.

Así que os dejo con algunos datos económicos por si os sirven para opinar dado que ahora parece que el que haya o no crisis es algo que debemos decidir entre todos democráticamente:

La crisis económica elevará la cifra de parados a 2,5 millones en 2009

El Gobierno revisa al alza su previsión del paro, que llegará al 11% en 2009

La inflación se dispara en mayo hasta el 4,7% y alcanza su nivel más alto en 11 años

La producción industrial cae por segundo mes consecutivo

España se consolida en abril al frente del desplome de la construcción en la UE

La venta de viviendas cae un 31,8% en el primer trimestre

La morosidad de la banca se duplica y alcanza el nivel más alto en ocho años

La caída de la recaudación fiscal fulmina el superávit

La OCDE rebaja al 1,6% la previsión de crecimiento para España en 2008.

El Banco de España alerta que el ajuste de la economía está siendo más pronunciado de lo esperado

El Ibex registra su mayor pérdida en un semestre desde 1990.

En cualquier caso, siempre os podéis ahorrar el esfuerzo y sumaros a lo que opina la mayoría de nuestros conciudadanos: Los españoles, los más pesimistas de la UE sobre la evolución económica. Como queráis.

Zapatero, el progresista

Según el presidente Rodríguez Zapatero “la directiva europea de retorno es un avance progresista”.

Sí, así es, ha leído bien. Es más, a la pregunta de “el hecho de que, por vez primera, se diga en un texto legal que alguien puede estar detenido hasta 18 meses sin haber cometido ningún delito, ¿no es un fracaso para la tradición democrática europea?”, Zapatero insiste y no duda en responder: “No es un desastre, es un avance”.

Si quiere vomitar, pase al fondo a la derecha, por favor.

Alberto Montero